Boo...!

Cuando yo era pequeña nunca celebré Halloween. Eso no se acostumbraba... En cambio, ahora son otros tiempos. En cualquier tienda o supermercado hay muchísimas cosas para jugar a asustar. A mi hijo menor le encanta disfrazarse, se disfraza todo el año, sin razón aparente. Simplemente le gusta y por supuesto, en Halloween más!

Y bueno, los hijos lo cambian a uno: Yo sigo sin disfrazarme, pero me gusta acompañar a mis hijos a dar vueltas por la calle de casa, tocarle la puerta a los vecinos y pedir caramelos. Ellos se divierten, aunque después ando como loca escondiendo tanto dulce!

Dentro de unas pocas semanas ya vamos a estar de puerta en puerta asustando a todos!

Así que este año nuestros abrazables y antropomórficas criaturitas reciben a una momia hecha al crochet.

Le bordé en punto cadena una rayita gris para dar la sensación de que estaba envuelta den gasas. Y con lana blanca tejí unas cadenitas para que pareciera que las gasas se le estaban cayendo.

 

Hice dos: una más grande en color crema con las bandas de las gasas tejidas en medio punto y ojos rayados. Me pareció medio "vudú", así que la siguiente que hice más pequeña, en blanco le puse ojos de seguridad. ¿Cuál quedó más tipo "momia?

Cosan los brazos hacia el frente para que de la sensación típica de momia asustando.

La tela de araña la hice en un 2 x 3. Ni siquiera usé patrón. Empecé con 12 varetas separadas por 1 cadena y luego repetí la secuencia poniendo más cadenas de separación. Un par de veces hice 3 varetas en lugar de 1, para que se abriera y pareciera una red.

Si tejen una de estas pueden hacerla hasta tener un tamaño adecuado para ponerla en una ventana y así  adornar la casa la noche de brujas. Fíjenla de una esquina y pónganle unos hilitos estiraditos hacia las otras esquinas.

Un adorno super económico y nada complicado que acompaña a estos abrazables terroríficos!