Gnomos mágicos, tejidos y rellenos con magia

Estoy tejiendo gnomos mágicos. Sí mágicos!

Están "preparados" para ayudarnos con nuestros deseos de año nuevo.

Este de aquí está tejido en cinco agujas. Se empieza por la base del cuerpo, que se rellena antes de tejer la cabeza. Yo no le hice brazos ni piernas a éste, pero se pueden hacer y queda divino. La barba y bigotes son de vellón.

Este es el gnomo de la prosperidad, que felizmente se ha hecho popular entre mis clientas, sobre todo las que tienen locales porque están rellenos con magia.

 

Está  relleno de lentejas, símbolo de abundancia, fertilidad y riqueza.

Las lentejas le dan el peso apropiado para que se sostenga en cualquier lugar donde lo ubiques. Hay quienes rellenan gnomos con arroz, incluso con arena. Pero para ser un verdadero gnomo de la prosperidad, las lentejas son el relleno apropiado.

 

No crean que le puse lentejas así no más. Las metí in una bolsita plástica y la coloqué en el cuerpo de los gnomos antes de cerrar el cuerpo, para luego completar con vellón siliconado.

Este otro está hecho a crochet y a diferencia del primero sí tiene piernas.

Lo llevé a la oficina y lo coloqué en mi escritorio, pero mi compañera se enamoró. Ahora está en manos de Evangelina. Espero que le brinde mucha abundancia y prosperidad!

Sea que creas o no en esta superstición de la "lenteja esotérica" lo cierto es que es un grano perfecto para rellenar tus gnomos tejidos, son baratas, menuditas y suficientemente pesadas para que los muñecos se mantengan firmes.

Y la realidad es que todo está en la intención de lo que quieras manifestar. Quizás puedas hacer un gnomo del amor que contenga pétalos de rosa o uno de la salud que contenga qué se yo, un cuarzo citrino ¿?

¿Me contarías con qué rellenas tus amigurimis?

Abrazos mágicos,

Duendes para tu arbolito de Navidad

Estos muñecos son Cordobeses. Los tejí durante las vacaciones cuando fuimos a Córdoba, uno de mis lugares favoritos de Argentina.

 

 

Las vacaciones son mi momento para tejer, me relajo, descanso y hago lo que más me gusta: muñecos para abrazar. ¿Y quién no va a descansar en Córdoba? Con el sonido del río de fondo, la brisa y el paisaje hay una tranquilidad perfecta para hacer duendes. Además, Córdoba es una provincia muy popular por esta tradición de gnomos y duendes. Basta ir a Villa General Belgrano para encontrarse con duendes en cada tienda.

Así que creo que voy a llamar estos duendes por su apellido: duendes Córdoba.

Estaban a medio terminar, pero ahora que está por llegar la Navidad me apuré a decorarlos:

 

Algunos tienen en su gorro un pompom, otros tienen cascabel.

 

Otros tienen un adorno en crochet, como éste rojo que tiene una bufanda. En realidad, esa bufanda fue un intento de pelo de muñeca para otro proyecto, pero me di cuenta que iba a resultar muy pesado y no se lo coloqué. Había dejado esos rulitos rojos y encontraron un mejor uso como bufanda en estos duendes. 

 

 

Están hechos a 5 agujas, porque odio coser. Me gusta que vayan saliendo ya armaditos mientras los tejo.

Los tejí desde la cabeza y le coloqué brazos y piernas tejidos en telar. O sea, todas las técnicas juntas, pues. 

Los duendecitos están ya listos para ponerse en el árbol o para darles un gran abrazo. 

Muñeca de 100 años

Este no es un proyecto de tejido. Pero puede gustarle a quienes se inclinan por proyectos sencillos y especialmente a novatas y aprendices de tejido porque puede ser fácilmente su iniciación al mundo del "doll making".

 

Esta técnica la usé en el primer muñeco que hice cuando me quedaba a dormir en casa de mi abuelilta, cuando tenía como seis  o siete años. En esa época no había internet, ni computadoras personales, ni Youtube, ni mucho menos. Había que encontrar una actividad en la que pasar el tiempo y las manualidades ayudaban mucho en este  propósito.

Ella lo aprendió de su mamá, por allá por los años 20, así que estas muñecas probablemente tengan más de 100 años.

Se puede hacer fácilmente en una tarde, con lana o con totora. Y si queremos podemos tejerle alguna parte, en mi caso, a la pequeña le tejí los brazos.

El pelo tiene un secreto para que "nazca" de la cabeza de la muñeca: Se engancha con la lana de la cabeza, antes de cerrar ésta. La cabeza también tiene un secreto: se usa un ovillito de lana como relleno de la cabeza, así queda bien redonda, más firme y con más forma.

 

 

Pienso en lo vieja que es esta forma de hacer muñecas. Pienso en esa época cuando no se sabía lo que era un amigurumi. Hoy hay tantas cosas hermosas en el mercado, hay tantos muñecos casi perfectos y con un nivel de acabado profesional. Y me imagino a mi abuelita de niña, jugando con sus muñecas de lana y sus muñecas de trapo sin pensar que se las iba a enseñar a su nieta, una nieta que 100 después la recuerda en este blog.