Estos muñecos son Cordobeses. Los tejí durante las vacaciones cuando fuimos a Córdoba, uno de mis lugares favoritos de Argentina.
Las vacaciones son mi momento para tejer, me relajo, descanso y hago lo que más me gusta: muñecos para abrazar. ¿Y quién no va a descansar en Córdoba? Con el sonido del río de fondo, la brisa y el paisaje hay una tranquilidad perfecta para hacer duendes. Además, Córdoba es una provincia muy popular por esta tradición de gnomos y duendes. Basta ir a Villa General Belgrano para encontrarse con duendes en cada tienda.
Así que creo que voy a llamar estos duendes por su apellido: duendes Córdoba.
Estaban a medio terminar, pero ahora que está por llegar la Navidad me apuré a decorarlos:
Algunos tienen en su gorro un pompom, otros tienen cascabel.
Otros tienen un adorno en crochet, como éste rojo que tiene una bufanda. En realidad, esa bufanda fue un intento de pelo de muñeca para otro proyecto, pero me di cuenta que iba a resultar muy pesado y no se lo coloqué. Había dejado esos rulitos rojos y encontraron un mejor uso como bufanda en estos duendes.
Están hechos a 5 agujas, porque odio coser. Me gusta que vayan saliendo ya armaditos mientras los tejo.
Los tejí desde la cabeza y le coloqué brazos y piernas tejidos en telar. O sea, todas las técnicas juntas, pues.
Los duendecitos están ya listos para ponerse en el árbol o para darles un gran abrazo.
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