La que teje no teje por tejer.
Existe en quien teje la necesidad de crear algo propio, nuevo, original y no simplemente re-crearlo, repetirlo.
Quien quiere tener un hijo no quiere que sea igual al de otra persona. Quiere el suyo propio y es ese hijo, por ser de uno que es perfecto y nos sentimos orgullosas.
Ya dirá alguna que un hijo no es un muñeco. Es verdad. Pero a veces los muñecos, como creaciones nuestras heredan nuestros rasgos, reciben nuestra esencia. Parte de nosotras está en ellos y son una extensión de nuestra personalidad.
Por eso aunque sea un patrón comprado, la que teje un amigurumi, bien sea la tía que teje un osito a su sobrino o la abuela que le hace una muñeca a su primera nieta, escoge su propia combinación de colores, usa su lana favorita y lo decora a su gusto. Lo personaliza.
El patrón se convierte en una guía, en un esqueleto a ser llenado con la creatividad de quien lo teje.
Si te ha pasado esto, puede que dentro de tí haya una talentosa diseñadora de amigurumis y muñecos tejidos, pero como la mayoría, no te hayas dedicado a explotar tu propia energía creativa. Yo tampoco, pero me intriga cómo ocurre el misterioso proceso de diseño de muñecos tejidos, proceso que han dominado muchas diseñadoras de amigurumis y muñecos tejidos de todos el mundo.
He encontrado que ese proceso de diseño pasa por al menos 5 claves que te comparto aquí.
INSPIRARSE
Diseñar un muñeco es un proceso creativo y artístico. Necesitas un mood. Si la inspiración te falta, de qué te sirve hacer un patrón como autómata? Tu muñeco necesita personalidad, necesita esa identidad que lo hará especial y único.
Para inspirarte puedes recurrir a muñecos elaborados por otras tejedoras. Imágenes hay muchas en toda la web, especialmente en redes: Pinterest es una excelente opción, así como Instagram. Todo lo que sea visual sirve. Guarda las imágenes que te gusten y haz tu propio moodboard a donde puedas acudir para repasar las cosas que te han llamado la atención. A mi me sirve tener moodboards por temáticas: uno para animales y otro para muñecas, otro para juguetes, otro para personajes, etc.
Pero no necesariamente tienes que basarte en algo previamente tejido. Las caricaturas, o dibujitos, incluso películas de dibujos animados sirven. También ayuda observar animales reales o personas. Si quieres hacer un amigurumi de un perrito observa tu mascota. Seguro detectarás en él detalles que una caricatura o un personaje no captó. Puedes imaginarte cómo se vería ese algo si fuera tejido.
Muchas personas creen que copiar es inspirarse. Pero copiar un patrón de otro, modificándole apenas algún detallito es parte de la repetición. No es un producto original, es una copia y se nota. El osito de Esperanza Rosas, los animales de Pica-Pau, las muñecas de Jean Greenhowe, los conejitos de Julie Williams, tienen una identidad particular en todas sus producciones.
Ten en cuenta que la inspiración solo te impulsa, hace falta pasar de la inmaterialidad de la idea a la materialidad. O sea, antes de llegar a las agujas se pasa por el papel.
Haz un esquema general de lo que quieres obtener. Solo un esbozo o varios esbozos. Feos, no importa que no sepas dibujar. Aquí tu cerebro da el primer paso para darle forma a tu muñeco. Lo importante es que atrapes tu imagen mental en el papel. Las ideas vuelan. Si no las dibujas se te pueden escapar.
Creo que una de las claves de un buen muñeco es la simetría. Conseguirla requiere saber exactamente donde aumentar y dónde disminuir para que las piezas queden proporcionadas. El dibujo nos ayuda a visualizar esto.
Necesitas concretarla en el plano de dos dimensiones para luego entrar en la tridimensionalidad.
Trata de dibujar varios ángulos del mismo muñeco porque tu siguiente reto será darle volumen. Luego puedes hacer un dibujo mejor acabado y de tamaño más real para comparar con tu primer prototipo.
Exagera. Si no se trata de un muñeco realista, sirve mucho exagerar características que resalten en tu muñeco. Exagera el largo de las piernas, ponle los ojos bien juntos como puntitos, haz que tenga una panzota o un cuerpo muy chiquito.
No pierdas de vista que los muñecos son tridimensionales. Parece obvio, pero no te creas. La verdadera dificultad de un amigurumi es poder pasar de 2 dimensiones del papel a un objeto real con volumen y todas sus tres dimensiones.
Nunca he explorado hacer moldería de muñecos, pero ya que existe moldería para muñecos de tela, puede que sea una opción útil. Si lo haces, cuéntame.
EXPERIMENTAR
En mi opinión esta es la parte más difícil porque la realidad es que por lo general hay que matarse haciendo pruebas. En hacer un prototipo tras otro se pasa buena parte del proceso de diseño.
La experimentación es la que te confirma si vas bien o mal. Es ensayo y error.
Transcúrrela sabiendo que no te va a salir excelente a la primera. O sí! Hay patones que salen fáciles de una. Pero no es lo común.
Es importante mentalizarse de que esta es simplemente una fase del proceso. Esa fase parece eterna, pero en algún punto se logra el resultado deseado y esta tortura de idas y venidas termina. Hay que tener persistencia y no tirar la toalla.
Y probar y probar y estar dispuesto a deshacer y deshacer.
Sospecho que debe haber una forma menos experimental de conseguir las formas deseadas desde el inicio. Y me parece que puede tener que ver con un asunto matemático de tamaños y aumentos, pero no estoy segura cómo hacerlo todavía. Me pregunto si será posible reemplazar el empirismo tejeril por algún tipo de teoría del amigurumi, ciencia del tejido 3D, knitting construction o algo parecido.
Me cuesta creer que no haya un programa o software especial para esta tarea. Si lo conoces, por favor ilumínanos con tu sabiduría.
Dado que esta etapa es la de los errores, también es la etapa de la frustración. Respira profundo y sigue adelante. Una forma de lidiar con esto es ir por partes. No pretender hacer todo el muñeco completo de una vez. Di simplemente: "hoy hago la cabeza" y no te pares hasta terminarla.
Yo creo que la experimentación no solo tiene que ver con la construcción del muñeco en sí, sino también con el empleo de técnicas de tejido diferentes. Eso no solo enriquece el producto final sino que te enseña habilidades nuevas: una nueva forma de hacer aumentos, o de hacer vueltas cortas o de montar los puntos pueden tener un efecto distinto al tradicional.
REGISTRAR
Lleva registro de todos los pasos de tu patrón. Anota cuántos, puntos, hileras, aumentos, etc., anota todo paso por paso. La memoria es frágil, no te descuides.
A mi me gusta anotar con bolígrafo en un cuadernito donde tengo dibujos y rayones. Tacho, sobre escribo y pongo flechas. No le presto mucho cuidado a que me quede bonito, porque en el momento en que tejes lo que no quieres es perder el hilo de lo que estás haciendo.
Escribe cada versión o prototipo.
Confieso que me da flojera escribirlo en la computadora, pero he notado que hacerlo me obliga a poner todas las ideas en orden para poder repetirlo más adelante. Además, una vez que el patrón está más pulido, los últimos prototipos de tu amigurumi va a tener solamente pequeños cambios. Hacerlo en la computadora te permite copiar y pegar y modificar solo los cambios necesarios.
He intentado transcribir uno que otro después de mucho tiempo y la verdad que en ocasiones no entiendo lo que escribí. Mejor pasarlo en limpio apenas lo tengas terminado.
Anota. Anota.
PERFECCIONAR
Ya tienes tu muñeco original elaborado. Ahora viene la etapa de pulir el patrón. Este punto depende mucho tu necesidad de que quede perfecto y de la cantidad de prototipos que estés dispuesta a hacer.
Una de las cosas que hace que un diseño sea un éxito, es poder reproducirlo siempre igual, o sea, debes ser capaz de obtener el mismo resultado siguiendo los mismos pasos. Esa es la clave porque asegura control de todas las variables y habla de la calidad del patrón.
Si tu intención es vender el patrón, te sugiero que lo revises bien. Puedes probar con un grupo de testers en Ravelry que te ayudan a "probar" el patrón para asegurarte que no tiene ningún error y que es reproducible.
Yo creo que las 2 partes críticas son la inspiración y la experimentación. Los otros pasos (dibujo, anotación y perfeccionamiento) son actividades de soporte. Dedícale tiempo a esas 2 primarias.
Que tu muñeco quede perfecto también depende de tu conocimiento de técnicas y de tu propia habilidad. A mí me encantaría ser una extraordinaria tejedora de muñecos y juguetes y sé que se puede lograr porque he visto muchas personas con muñecos y diseños extraordinarios. Ellos también pasaron por su propio proceso de perfeccionamiento: en algún punto no sabían ni cómo agarrar las agujas. Pero su práctica y tiempo dedicados los han hecho hacer las cosas que hacen hoy. La pregunta no es si podemos hacer lo mismo, la pregunta es es ¿Cuánto estamos dispuestos nosotros a invertir en desarrollar esta habilidad?
Como en todas las cosas de la vida, empieza de a poco. Para tu primer diseño escoge algo simple. No te embarques en un proyecto hiper complejo del que te desanimes rápido.
Un proyecto simple te permite manejar cada etapa con mayor comodidad, evitando grandes frustraciones y te da la satisfacción de poder concluir un patrón diseñado por ti. Esa sensación de logro fácil te provee de satisfacción rápida, lo cual a su vez te anima a probar con otras opciones más complejas.
Por mi parte, seguiré observando mi propio proceso y estaré atenta para aprender más sobre la forma de diseñar amigurumis y muñecos tejidos.
Tú, ¿Cómo haces para diseñar tus amigurumis? ¿Cuál crees que es el secreto para diseñar los amigurumis y muñecos tejidos más lindos? y ¿Qué puede hacer más fácil el proceso de diseño de un muñeco tejido?